miércoles, 23 de octubre de 2013

ARTERIOESCLEROSIS













Más conocida como “endurecimiento de las arterias” es una afección en donde se deposita una placa pegajosa de colesterol, calcio y otras sustancias que se encuentran en la sangre a lo largo de la pared arterial. Con el tiempo esta placa se endurece dificultando la perfusión tisular llevando a un agotamiento del oxígeno disponible para el buen funcionamiento del cuerpo.

¿Por qué se produce? 

La Arteriosclerosis no sólo es el estrechamiento de las arterias, sino que también corresponde a la pérdida de elasticidad de las mismas. Sin embargo, esta situación está precedida por otro proceso: la Ateromatosis o Ateroesclerosis. Éste corresponde al depósito progresivo de colesterol dentro de la pared arterial y, aunque puede ocurrir en cualquier parte del cuerpo, los lugares más críticos son los vasos coronarios del corazón y las arterias del cerebro. 
“Esta acumulación de lípidos comienza en promedio a los 20 años de edad, pero los principales síntomas y problemas aparecen pasado los 45, aproximadamente, dependiendo de la genética de cada persona” explica el Dr. Manuel Delgado, Cardiólogo de Clínica Santa María. Es importante recalcar que, además del depósito de colesterol en las paredes de las arterias, también se van acumulando células inflamatorias procedentes de la sangre -leucocitos- lo que agrava el problema. Esto da lugar a una lesión ateromatosa inestable, producto de la inflamación intravascular, que lleva a la ruptura de la capa interna de la arteria produciendo una trombosis que puede obstruir por completo el paso de la sangre. “Esta situación es la principal causa de los cuadros coronarios, como infartos, o accidentes cerebrovasculares agudos”, sostiene el especialista.

Factores de riesgo 

- Colesterol malo (LDL) elevado. - El Tabaquismo reduce los niveles de colesterol bueno o protector (HDL). - La Hipertensión Arterial ayuda a lesionar la pared de las arterias, lo que las hace más susceptibles a distintas complicaciones. - Los factores genéticos son inmodificables y van a determinar qué tan rápido va a ser la evolución del depósito de colesterol.

Principales complicaciones 

El tipo de complicación, producto de la Arteriosclerosis, va a depender fundamentalmente del lugar donde se produzca la disminución del flujo sanguíneo y de la rapidez con la que esto ocurra. 
• Cerebro: El principal riesgo es el Accidente Cerebrovascular. Dependiendo del tipo de arteria comprometida se pueden producir alteraciones del habla, comprensión y sensibilidad, o incluso una Hemiplejia, que corresponde a la parálisis completa de un lado del cuerpo. Por otra parte, si los vasos se rompen se produce una hemorragia o derrame en los tejidos cerebrales. Es importante estar atentos ante síntomas como: fuerte dolor de cabeza sin causa aparente, dificultad para caminar, pérdida del equilibrio, problemas de visión, confusión repentina o adormecimiento en uno de los lados del cuerpo. • Corazón: La complicación más grave es el Infarto Agudo al Miocardio producido por la trombosis de una arteria coronaria (coágulo al interior del vaso sanguíneo). Es la principal causa de muerte en hombres y mujeres de todo el mundo. Las secuelas dependerán de la cantidad de músculo cardíaco que se haya perdido como consecuencia de la falta de irrigación sanguínea.

• Extremidades inferiores: Los signos de suministro inadecuado de sangre aparecen, generalmente, en las piernas. Esto puede provocar entumecimiento, frío en los pies, calambres o dolor en pantorrillas, especialmente al realizar actividad física. “Es importante recalcar que las extremidades inferiores poseen muchas interconexiones entre las arterias. Es decir, si una arteria se encuentra bloqueada, existen otras por donde puede pasar el flujo sanguíneo. Por lo mismo, la Arteriosclerosis debe estar en un proceso muy avanzado para que hayan síntomas en esa zona”.

 • Riñones: Una persona puede sufrir de presión arterial alta y desórdenes en el hígado, si las arterias que conducen a los riñones se ven afectadas.
En algunos casos predomina el depósito progresivo de colesterol en las arterias pero sin que cambie bruscamente la evolución de este proceso -no se bloquean por completo-. Esta situación produce una angina de esfuerzo, que corresponde a un dolor en el pecho provocado por actividad física o cualquier esfuerzo que requiera una mayor demanda de oxígeno. “En la medida en que las arterias vayan teniendo mayor depósito de colesterol, más severa será la angina y se irá presentando cada vez a menor grado de esfuerzo”.

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