miércoles, 23 de octubre de 2013

HIPERTENSION ARTERIAL








La hipertensión arterial es el aumento de la presión arterial por encima de los valores establecidos como normales, medida en al menos dos días diferentes, en posición sentada y con un periodo de reposo de al menos 5 minutos entre cada determinación. Se trata de una enfermedad muy común en todo el mundo, que afecta a más del 20% de los adultos de entre 40 y 65 años y casi al 50% de las personas de más de 65 años. Uno de sus mayores peligros es que se trata de un mal silencioso. Se estima que el 30% de la población ni siquiera sospecha que tiene hipertensión. Usted puede tener la presión elevada y no mostrar síntomas.
Presión arterial en números

La presión arterial se registra como dos números: la presión sistólica (el número más alto) es aquella que se produce en las arterias cuando late el corazón y la segunda, la presión diastólica (el número más bajo) es la que se registra cuando el corazón descansa entre latidos.

-Presión arterial óptima: menor de 120/80 -Presión arterial normal: menor de 130/85 -Presión arterial normal alta: entre 130-139/85-89 -Hipertensión arterial: mayor o igual de 140/90
Existe una relación directa entre las cifras de presión arterial y el riesgo de presentar una enfermedad cardiovascular. A mayores cifras de presión arterial, mayor riesgo. Las complicaciones cardiovasculares graves de la hipertensión son:
-Enfermedad coronaria
-Accidentes vasculares encefálicos
-Insuficiencia cardiaca -Enfermedad de los riñones o insuficiencia renal. -Enfermedad vascular periférica (estrechez de las arterias de las piernas o las carótidas del cuello)


¿Por qué se produce?

En la hipertensión influyen múltiples factores que combinados pueden producir un alza de la presión arterial. Existen factores hereditarios, ambientales, dietéticos, entre muchos otros. Además, el riesgo de ser hipertenso es mayor en los hombres que en las mujeres y en personas con antecedentes familiares de hipertensión, personas mayores obesos y entres quienes consumen más sal y sufren de estrés. Aunque la hipertensión es una enfermedad crónica -es decir, luego de que es diagnosticada no es reversible- es posible controlarla realizando modificación de estilos de vida lo que, unido a la acción de medicamentos hipertensivos, pueden llegar a un control sustancial evitando así sus graves consecuencias.




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